¿Qué pensaría Lorca?
Título original: La novia
Duración: 93 minutos
Directora: Paula Ortiz
Guión: Paula Ortiz, Javier García Arredondo
(Obra: Federico García Lorca)
Reparto: Inma Cuesta,
Asier Etxeandia,
Álex García,
Luisa Gavasa,
Carlos Álvarez
Novoa, Ana Fernández,
Consuelo
Trujillo, Leticia Dolera,
María Alfonsa
Rosso, Manuela Vellés,
Mariana Cordero,
Carmela del
Campo, Álvaro Baumann,
Anchel Pablo
Voy al cine sabiendo que la mayoría de
la crítica ha puesto por las nubes esta adaptación de Bodas de Sangre, pero que hay
alguna voz discordante, como la de El País, y la de Atticus, que más o
menos vienen a decir que es presuntuosa y remilgada, aunque le reconocen el
mérito de su ambición estética. Así que me siento en la solitaria sala del
Capitol, y me dejo ir, a ver qué pasa.
Y lo que ocurre es que me alcanza de
lleno el gancho de Paula Ortiz y me veo sumergida en la tragedia triangular de
la mujer que se casa con quien no quiere, y en el mundo que Ortiz ha creado
para albergarla, a ella y a sus dos hombres, con sus cuchillos, sus lunas, su caballo
y su música. Dirán que son tópicos, pero cómo evitar la luna y todo lo demás,
si estamos hablando de Lorca. Imposible no preguntarse qué diría él al ver esta
película; si aprobaría esos campos yermos, esa ausencia de verdor,
esas preciosas secuencias donde la lírica la ponen los cristales que flotan en
el aire, esa cámara lenta cuando los cuchillos se cruzan, la participación de
Leonard Cohen, esa forma de susurrar sus versos, esa obsesiva búsqueda de la
belleza visual. ¿Qué diría él?
No lo sé, pero a mí me ha convencido. Es
más; creo que la belleza visual, siendo
deslumbrante, no es es la protagonista de la película. Me parece un éxito el
tratamiento de los personajes, sobre todo los femeninos, y en especial el de la
madre del novio (Luisa Gavasa), que lleva la fatalidad como cosida a las
enaguas y aún en sus momentos más convencionales parece olfatear la traición
que flota en el aire, y está contenida y desgarrada al tiempo en una
interpretación impresionante. Porque la historia es un triángulo amoroso, pero
es también, sin ser una historia feminista, una historia de mujeres. Importa
sobre todo la novia, su pasión y su tristísimo e inútil resistirse a ella, pero
también las mujeres que la rodean y la temen, o la protegen, o intentan amansarla, o
la odian. Los hombres, que son quienes ocasionan la tragedia, son personajes
más planos, más sencillos.
La historia está contada con
grandilocuencia, es cierto. Pero en ningún momento me ha parecido que la
ambición de Ortiz no alcanzaba su meta; nunca me ha molestado esta película por
pretenciosa ni por amanerada; no he visto nada banal en la creatividad de Ortiz.
Ha valido la pena cada pieza del diseño formal. La historia terrible que hay en
el fondo respira con fuerza, llega a la superficie y nos conmueve.