Autorretrato despiado
Título original: Selfie
Duración: 85 minutos
Director: Víctor García León
Guión: Víctor García León
Bosco se hace un selfie en forma
de película, o falso documental. Lo que retrata es lo que le ocurre a él, el
hijo de un ministro encarcelado por corrupción, cuando su mundo se derrumba. El
panorama que nos brinda va desde el super chalet del cual le desahucian hasta
el Lavapiés profundo de los proyectos solidarios, en los que reina Podemos.
La
película tiene muchísima gracia y el formato permite, sobre todo, el lucimiento
del personaje principal, Bosco (magnífico Santiago Alverú), el cual básicamente
es un pobre gilipollas que repite tópicos sin ninguna convicción y se apaña
malamente en el mundo real. Naturalmente, el padre delincuente es del PP; la
identidad corrupta de este partido como tal es un paradigma de salida que el
guionista no se molesta en elaborar. Pero no por ello está planteado el guion
con ningún maniqueísmo. En el otro lado –el reino de Podemos- tampoco el
personaje principal es un hombre puro. Y aquí y allá, en la Moraleja y en
Lavapiés, los personajes son igualmente inanes: todos van dando tumbos sin
salir del hoyo, manoseando tópicos para salvar el día a día, sin comprender
nada y con la capacidad de expresión de un niño de diez años. Su visión del
mundo es también, en ambos mundos, infantil y torpemente tramposa. Como
contrapartida, hay un magnífico personaje, la ciega solidaria (Macarena Sanz), a la que su discapacidad dota de una visión
irreal, y que paradójicamente parece tener las cosas más claras. Y hablando de
visión, la madre de Bosco, que es vidente y se escaquea de ver lo que pasa en
su casa, es también un personaje divertido.
La película tal vez se alarga un
poco al final, pero vale la pena porque cuenta con elementos memorables: los
secretos del podemita solidario, la sorpresa de Bosco al ver las neveras de
los desfavorecidos, su noche en casa de la asistenta, su cena con la familia de
la novia, su aparición en el mitin del PP, su inmersión en el mundo de las
personas con discapacidad… Lo dicho, una película inteligente y divertida, hecha con pocos
medios y mucha gracia y con un formato innovador.